Texto por José Gamarra

Gamarra creó signos: monocromáticos, caligrafías, relieves, texturas con colores sombríos, de fuerte impacto visual. El artista explica el proceso para materializar su creación.

«Pasé a manejar un plano, un soporte de materia, y los signos. Podría decirse que tomé del informalismo aquel juego de materia, como apoyo de lo que yo quería dar a leer, que eran los signos. Eran signos inventados, pero vinculados a las primeras culturas de mi tierra. Lo que yo hago es una mezcla de simbolismo con pintura de América. Uso una paleta con tonos de negro, marrones y blanco, pero ante la obra, el hombre desaparece, solo queda la tela virgen y una necesidad de decir cosas inexplicables. Porque explicar es contradictorio; por eso, esas obras no tienen título solo números. Son pinturas nada más.

He buscado siempre una forma de expresión propia, asimilada a las fuentes primeras de una cultura latinoamericana por un simbolismo esencialmente plástico. Los signos y símbolos que inscribía en mis cuadros otrora esperaban narrar y revelar, en una armonía silenciosa de colores y formas, la historia singular y los enigmas de antiguas civilizaciones: mitos o realidades, poderlas recrear en una especie de escritura a la vez ingenua, primordial y reveladora. Esos viejos símbolos – ruedas solares, peces impronta, pájaros, frutos imaginarios – comenzaron más tarde una lenta metamorfosis. Yo los quería más elocuentes y claros en su lenguaje. Se volvieron una especie de juguetes serios que buscan explicar, trasmitir mensajes; se transformaron y evolucionaron en un contexto de significaciones diferentes.

La necesidad de lo real comienza a manifestarse como un llamado ineluctable, la transición natural y la voluntad lúcida de asumir un momento histórico determinado. Los acontecimientos de los últimos años en América Latina han producido profundos cambios quebrantamientos en todos los terrenos. Tocado también en calidad de artista, no he querido sustraerme a esas realidades. Los cambios singulares que han conmovido esos mundos, las diversas formas de dependencia han exigido que piense, sienta y actúe en lo que hago, en función de una búsqueda que lleve a una expresión auténtica e inherente a esos pueblos. Un retorno a la naturaleza, oh cuán castigada. Se me apareció esencial e indispensable para su supervivencia. Así llegué a mis primeros paisajes: montañas, palmeras, los grandes altiplanos coronados por cielos inmensos, la selva misteriosa e ignota, las máquinas, los hombres…

Una vez más mis viejos símbolos se inventaron una nueva anatomía, más real y específica, buscando los medios para alcanzar la comunicación más amplia. Provocar la imaginación, suscitar el descubrimiento de realidades acuciantes de indicios denunciadores, ayudar al desarrollo de un gusto auténtico y legítimo. Procurar que la mayoría aprenda a percibir, que sea capaz de cultivar y de afirmar su sensibilidad y su capacidad de apreciación. Saber observar el mundo que nos rodea, bebiendo en él las fuentes de ideas y de creación por un lenguaje inteligible y generoso, volverse así su narrador.»

José Gamarra

JoseGamarra.org impulsa un viaje de descubrimiento de la vida y obra de José Gamarra.