Historia

Hoy, José Gamarra es conocido en todo el mundo. Sus cuadros se pueden encontrar en el Museo de Arte Moderno de París, en la Bibliothèque de France, etc. Pero también en el Museo Metropolitano de Nueva York, en el Museo Nacional del Uruguay, en África, etc. Sin embargo, cuando se le preguntó, Gamarra nunca pensó realmente en construir su reputación. Prefería concentrarse en su arte, dejando que las cosas sucedieran. Todo ello sin contar con el apoyo de tres figuras clave: su galerista Albert Loeb; el famoso crítico de arte Philippe Dagen; y finalmente unos coleccionistas que se enamoraron de su obra a primera vista. Entre ellos, Heber Perdigon es autor de una monografía sobre el pintor.

A través de su pintura, José Gamarra aborda muchos de los temas explorados por la historia de la pintura moderna. Durante sus años de formación, pintó retratos sorprendentemente realistas de sus camaradas. A finales de los años cincuenta, bajo la influencia de artistas como Paul Klee, desarrolló una signografía abstracta. A partir de la década de 1960, comenzó para Gamarra un período más brillante y lúdico, bajo la influencia del arte pop de Andy Warhol. A principios de los años 1970/80, Gamarra alcanzó la madurez pintando imágenes de un paraíso en decadencia. Así, los bosques del pintor son bellos y exuberantes, sin duda. Sin embargo, incluyen señales de advertencia de una catástrofe venidera, lo que provoca un malestar difuso.

La exposición José Gamarra – Antologia, presentada originalmente en el Museo Nacional de Artes Visuales de Uruguay (MNAV), ofrece un recorrido por casi ocho décadas de la carrera de uno de los artistas más importantes nacidos en la vecina nación, referente ineludible en el artes visuales, no sólo en su país de origen, sino más allá de sus fronteras.

"Histoires de papier" es un libro bilingüe francés-español, reúne 300 obras inéditas sobre papel: color, blanco y negro del pintor José Gamarra. La crítica de arte Christine Frérot ha contribuido con un texto sobre los dibujos de Gamarra.  Hay otros textos analíticos sobre los dibujos del pintor. Cada obra va acompañada de una ficha técnica: formato, técnica y año de creación. El libro contiene una biografía del pintor, sus exposiciones individuales, colectivas y una bibliografía.

La monografía bilingüe: francés y español dedicada a José Gamarra, gran artista franco-uruguayo, recorre la trayectoria de un pintor itinerante entre Uruguay, Brasil y Francia, donde el artista reside desde 1963. El lector descubrirá a través de este libro 75 años de trayectoria artística desde los 12 años.

Descubra al pintor figurativo uruguayo en su estudio de Arcueil. Una película dirigida por Olivier Le Vaillant. Una producción del Ayuntamiento de Arcueil y de la galería municipal Julio González.

José Gamarra sitúa su relato en los comienzos; cuando el continente era selva y el universo urbano aún no había hecho irrupción. Gamarra sitúa su narración en dimensión descomunal y estética de la selva; figura que desde el Descubrimiento de América se convirtió en el imaginario occidental en el rasgo identitario del continente: es el paisaje americano por excelencia. Exalta su majestad inquietante y misteriosa, y la contrapone a la modernidad que aparece bajo la forma de artefactos industriales (helicópteros, televisión) reflejando la manera trágica de la llegada de la modernidad al continente.

Gamarra creó signos: monocromáticos, caligrafías, relieves, texturas con colores sombríos, de fuerte impacto visual. El artista explica el proceso para materializar su creación. «Pasé a manejar un plano, un soporte de materia, y los signos. Podría decirse que tomé del informalismo aquel juego de materia, como apoyo de lo que yo quería dar a leer, que eran los signos. Eran signos inventados, pero vinculados a las primeras culturas de mi tierra. Lo que yo hago es una mezcla de simbolismo con pintura de América. Uso una paleta con tonos de negro, marrones y blanco, pero ante la obra, el hombre desaparece, solo queda la tela virgen y una necesidad de decir cosas inexplicables. Porque explicar es contradictorio; por eso, esas obras no tienen título solo números. Son pinturas nada más.

Gamarra no se extravía por ser joven, ni con ello se transforma. Si supo dominar, desde muy temprano, los secretos de la técnica, se puede atribuir a la natural osadía de la edad una profundidad que no es común. Y puede aventurarse en caminos que, habitualmente, se juzgan reservados a más experimentada madurez.

Para tratar la obra de José Gamarra se necesitaría mucho más que un prólogo. Su pintura, por su trayectoria, las formas por las que pasó, las cuestiones históricas y políticas que hace visibles es una de las más intrigantes de su época, la nuestra. Gamarra, nacido en Uruguay en 1934, desarrolló primero una pintura-escritura de pictogramas semi abstractos hasta mediados de la década de 1960. Estos gráficos luego se volvieron cada vez más densos y coloridos y se convirtieron en representaciones explícitas, que a principios de la década de 1970 se convirtieron en paisajes simbólicos. Estos se volvieron cada vez más realistas a partir de la década siguiente hasta sus lienzos más recientes.